Casa Pereiro
Xove Lugo
Información y reservas
Natalia González
Teléfono 619009526
LO QUE NOS RODEA
PLAYA DE ESTEIRO
Nuestra playa por excelencia, Bandera azul
Con arena blanca, fuerte oleaje y con abundancia de vegetación y fauna marítima. Cuenta con unas condiciones eólicas excelentes para la práctica de deportes como el surf o el windsurf. Arenal que cuenta con amplias dunas. Tiene una superficie aproximada de 40.000 metros en bajamar. Dispone de área recreativa, tambien tiene todos los servicios necesarios, duchas, baños y socorrismo.
PLAYA DE PORTOCELO
Es una playa recomendada para quienes buscan tranquilidad. Incluso en temporada de verano no llega a tener muchos visitantes. Tiene una bella combinación de arena y piedras, con aguas tranquilas: ideal para los amantes de paisajes únicos y para buenos baños.
COSTA DE XOVE
La costa de Xove, la gran desconocida, con su paisaje agreste os sorprenderá su belleza y su naturaleza en el estado más puro que posiblemente no te encontrarás en muchos lugares de nuestra costa.
Galicia se caracteriza por sus acantilados pero son los de Xove unos de los más bonitos y salvajes que podrás contemplar.
Esta maravilla natural recorre la franja litoral de Xove desde el Cabo de Morás hasta la Punta Roncadoira, dando lugar a uno de los paisajes más llamativos del norte de Galicia.
Son sólo 32 metros de altura de pared cortada en vertical, pero el viento y la lluvia la han esculpido de tal manera que parece una escultura rugosa la naturaleza en estado puro.
FARO DE RONCADOIRA
Desde los miradores de Nacente y Poñente las vistas panorámicas resultan inmejorables de las islas Coelleira, Ansarón, Farallóns, así como de los islotes Os Netos, y al Oeste los elevados y recortados acantilados de Estaca de Bares, y al Este los acantilados de papel del Cabo Morás.
VIVEIRO
Viveiro ofrece al visitante numerosos atractivos, y su visita siempre está bien justificada, gracias a sus monumentos histórico-artísticos, a sus paisajes, sus playas y los bellos entornos, como el Souto da Retorta, también declarado monumento natural y considerado el eucaliptal con los ejemplares más altos de Europa.El senderismo es una actividad popular y fácilmente practicable en el municipio, con rutas muy interesantes, como las de Monte Faro, San Roque y Doña Urraca, Souto de Retorta, Pozo da Ferida, Monte Castelo o Curro de Candaoso.Fruto de su inmejorable situación geográfica -Viveiro combina mar, campo y río-, la gastronomía resulta excepcional, tanto por la calidad, como por la variedad de sus productos. Frutos del mar, como los percebes, el camarón, la langosta, el bogavante, la centolla, la nécora, las almejas, el mejillón, los berberechos o las vieiras, comparten mantel con peces de río (la trucha, el salmón y la anguila), y de mar (lenguado, rodaballo, mero, merluza, sardina, bonito y raya).Las carnes de cerdo, ternera, cordero o cabrito, también gozan de un merecido prestigio en la cocina de la zona.
ACANTILADOS DE PAPEL
La punta Morás, su puerto, los acantilados, los islotes en zona protegida ambientalmente y el parque etnográfico constituyen un conjunto muy bonito, diverso y estimulante, con paisaje, naturaleza, e historia industrial. Podremos contemplar los llamados Acantilados de papel, modelados por el mar y el viento formando creativas formas y en la zona del puerto, el lugar donde estuvo hasta el año 1977 la antigua factoría ballenera.
Los Acantilados de papel, situados en las cercanías de la Punta de Morás, son unas magníficas formaciones de rocas graníticas, de extraordinaria belleza. Tienen una altura de unos 40 m, esculpidos por la acción del viento, y la fuerza del mar a lo largo de los siglos. Su nombre proviene de su apariencia, formando pliegues, dobleces, formas caprichosas y singulares que nos hacen pensar en papeles y además estimulan nuestra imaginación e inventiva para reconocer y crear formas basadas en la realidad o la fantasía.
RUTA DE LAS HADAS
Esta es una ruta que se encuentra en el recorrido de la Ruta dos Muíños, en la parroquia de A Rigueira, a lo largo de un kilómetro de distancia entre los muíños de Abad y de O Concheiro. En esta zona, escondidas en los huecos de algunos árboles, se encuentran las puertas de las casitas de las fadas y de los duendes.
La brillante idea, que surgió de una iniciativa privada, fomenta la imaginación de los más pequeños, además de ofrecerles la posibilidad de aprender que en la naturaleza viven otros seres además de los humanos, por lo que debemos hacer lo posible por conservarla. Es una forma estupenda de hacer deporte paseando por el entorno del río Rigueira y de aprender y educar a las futuras generaciones en valores medioambientales.
RUINAS DE SAN TIRSO
El castro de San Tirso se encuentra registrado con el nombre de Castro de Portocelo o de Punta Mechiluíde, por el nombre del cabo en el que se ubica. Se encuentra en un lugar agreste y hermoso en la entrada a la ensenada de Portocelo, y hoy en día solo se aprecian las paredes de la capilla de San Tirso, del cementerio y de las murallas defensivas.
En este punto hubo un castro prerromano habitado alrededor del año 1200 a.C., del que se conserva el enorme foso defensivo y parte de dos murallas.
Según el testamento del diácono Rodrigo de Coímbra, este castro fue cristianizado en el siglo VIII d. C. con la fundación aquí de un monasterio dúplice dedicado a San Tirso. El monaquismo se desarrolló en los primeros siglos del cristianismo con el fin de extender su culto y asegurar los territorios reconquistados a los musulmanes por los reyes asturianos. En el siglo XII, año 1156, mantenía su condición monacal, según la documentación conservada en el Archivo de la Catedral de Mondoñedo.
Hoy en día solo quedan las ruinas de la capilla de San Tirso, levantada sobre los restos del convento en el siglo XVII, que funcionó como iglesia parroquial hasta los años veinte del siglo pasado, cuando se construyó la actual iglesia de San Tirso en la aldea de Vilachá.
En el yacimiento son perceptibles a simple vista uno de los fosos y algunas partes de dos murallas en el lado sudoeste.
PLAYA DE LAS CATEDRALES
La playa de las Catedrales está situada en la costa de la provincia de Lugo (Galicia). Se le llama así por el conjunto de acantilados, algunos con más de 32 metros de altura, que esculpidos por el viento y el mar, forman unos arcos y bóvedas espectaculares dejando un paisaje maravilloso en la que está considerada como una de las playas más espectaculares del mundo.